Henry Montgomery, Vizconde de Disley, de dieciocho años (Monty para los amigos) está enamorado de su mejor amigo, Percy Newton, pero no sabe cómo decírselo. La novela está ambientada en algún punto del 1700, el tabú de la sexualidad aquí no existe; el problema de Monty es su incapacidad para poner en palabras sus sentimientos hacia su mejor amigo.
Y sus dudas no son por cualquier dilema moral o por problemas de la sociedad o algo por el estilo: es simple y llanamente porque no está seguro de si Percy siente lo mismo por él y tiene miedo de meter la pata.

Al principio, Monty no le da muchas razones a Percy para que exista reciprocidad. Vale, es guapo y un ligón, pero es un irresponsable, un bala perdida que pasa más tiempo emborrachándose e insultando a los demás. Percy, por el contrario, es del tipo cauto y responsable.
A pesar de sus diferencias, no sólo de personalidad sino de origen y familia, ambos chicos han sido mejores amigos desde siempre, y comparten una intimidad física lejos de cualquier otra relación.

Al inicio del libro, vemos a Percy y Monty decir adios a su hogar en Inglaterra para partir hacia "El Gran Tour", un rito de pasaje para jóvenes aristócratas masculinos, antes de que Percy comience a estudiar leyes y Monty vuelva junto a su padre para trabajar junto a él. Pero el viaje no lo harán juntos, ya que estarán acompañados del señor Lockwood, y de Felicity, la hermana de quince años de Monty, a quien hay que dejar en la escuela de Marsella, la cual les coge de camino.

Sin dar muchos spoilers sobre la trama, puedo decir que el tour no va para nada según lo acordado. Un viaje a Versailles para una recepción con la realeza lleva a Monty a hacer enfadar a muchas personas importantes. Esto desencadenará una serie de pérdidas, revelaciones, atracos y secuestros varios que harán de su viaje algo inolvidable en más de un aspecto.

Una pequeña crítica es que no he sido capaz de conectar con ningún personaje (que aparecen bastante pocos), y que Monty me parece un poco monotemático y bidimensional en gran parte de la novela. La autora, al menos, sí ha hecho un buen trabajo representando cómo sería la cultura sexual en el siglo dieciocho.
En esa época la gente no se definía como homosexual o heterosexual (conceptos acuñados en 1868 y 1892, respectivamente). Era una época en la que personas de la clase alta como Monty tenían un gran privilegio sexual para poder acostarse con quien les diera la gana, incluso aunque el sexo entre hombres era ilegal y podía ser castigado. La novela captura este mundo describiendo a Monty como alguien que se siente atraído por una gran variedad de personas, hombres y mujeres.
En la actualidad, sería un personaje bisexual (acuñado en 1914) o pansexual (acuñado en 1974), a juzgar por su comportamiento a lo largo del libro.

En resumen, La guía del caballero para el vicio y la virtud es una novela cargada de aventuras y momentos sexy muy recomendada como lectura de verano o de vacaciones en general. Tiene el suficiente planteamiento histórico como para pasar como "novela histórica juvenil" sin resultar pesado y manteniendo el interés y el humor para aportar frescura y ligereza.