La invasión del Tearling comienza justo donde terminó La reina del Tearling, con una Kelsea devanándose los sesos para tratar de dar con una solución ante el inminente ataque del reino de Mort. Además de esto, Kelsea debe lidiar con ejecuciones, problemas románticos, secretos que esconden sus zafiros y unas visiones sobre una mujer llamada Lily que pertenece a una época anterior a la Travesía, un momento en el tiempo y el espacio muy diferente al de Kelsea y que podría darle algunas claves en su favor.

No sé si recordaréis que La reina del Tearling me pareció un tanto simple en cuanto a explicaciones y complejidad o densidad; por suerte, La invasión del Tearling suple un poco estos defectos del primer libro entregándonos una historia con muchos temas que se desarrollan de manera simultánea y con buena parte del libro dedicada a contarnos cosas sobre el reino Tear sin hacerlo complejo o denso.
Así encontraremos, como mencioné, ciertos temas de romance (Kelsea tiene 19 años y ha vivido recluída en el bosque, es normal), la invasión de los Mort, extraños visitantes, los misterios que envuelven a la Reina Roja, las visiones de Lily y descifrar su significado, el peculiar conflicto con la Iglesia, y la lucha interna de Kelsea por no dejarse dominar por la creciente oscuridad que se está formando en su interior en busca de violencia.

Se ha hecho con el trono. Ahora tendrá que salvar a su reino.

En esta ocasión, este mundo tan extraño consiguió engancharme un poco más, aunque fuera un poco más complicado de leer a veces. En el mundo previo a la Travesía, las mujeres eran tratadas como poco más que recipientes de incubación de sus maridos; aunque estos flashbacks sean necesarios para comprender, como lectores, lo cruel que puede ser el mundo, aún no me queda del todo claro la finalidad para con Kelsea, aunque personalmente me sirvió para responder algunas dudas que tenía sobre el worldbuilding de la saga.

Siempre es complicado hacer una reseña sobre continuaciones dentro de una saga porque a veces es difícil hablar sobre el libro sin revelar nada a aquellos que no hayan leído la segunda parte, por eso solo me queda añadir a todo esto que agradecí las respuestas a algunas preguntas que tenía, y que mi mayor problema ha sido con este cambio entre pasado y presente, que transforma esta novela de "fantasía medieval" en algo más distópico, lo que me deja intrigado por saber en qué derivará todo en la última parte.