Humo y Espejos es una antología de relatos escritos por Neil Gaiman que originalmente fueron publicados por partes (y algunos de ellos eran inéditos) y aquí en España se publicaron, creo, hace tiempo pero en esta reedición se han incluído más.
El tema que usa Gaiman es el de cómo los magos usaban los espejos y el humo para crear sus ilusiones. En la introducción nos explica cómo los espejos pueden usarse para revelar la verdad pero también para engañarnos y ofuscarnos. Así, trasladado al tema de la fantasía, se podría traducir a cómo podemos usarla para contar cosas y creernoslas, y que bajo otro género no nos las creeríamos, por ejemplo.

También en la introducción conoceremos el origen de cada relato, qué le inspiró a escribirlos y nos aporta un vistazo a la mente del escritor.
Pasada esta primera parte, nos esperan treinta y cuatro relatos, más cortos o más extensos y en diferentes formatos: prosa, mayoritariamente, algunos en verso, y hasta una sextina. No hay una sola temática, aunque todas derivan de la fantasía: ciencia ficción, terror, fantasía, de lo absurdo a lo divertido, de la locura al terror básico, y hasta hay cabida para el erotismo.
Algunos me gustaron más que otros, como siempre suele pasar en estas antologías, y debido a que no soy fan de la poesía, los que pertenecían a este género son los que menos me han gustado, pero a nivel subjetivo, no de calidad.

A lo largo de esta colección de relatos, encontraremos historias de lo más variopintas, desde una anciana que compra el mismísimo Santo Grial en un mercadillo de su barrio, a una ciudad distópica en la que los animales desaparecen de la faz de la Tierra y deben ingeniárselas para saber de qué alimentarse ahora (el relato en cuestión se llama Pasteles de Bebé, ahí lo dejo), hasta llegar a una versión más gótica de "la auténtica historia" de Blancanieves (no es la primera vez que Gaiman escribe su propia y oscura versión de los cuentos conocidos, como ya pudimos conocer con La bella durmiente y el huso). Y hay mucho, mucho más.

No es la primera vez que leo una antología de relatos de Gaiman (siendo las otras ocasiones Criaturas Fantásticas, cuya reseña subiré la semana que viene, y Material Sensible) y, visto lo visto hasta entonces, leeré más relatos de él siempre que tenga la ocasión, porque nunca decepciona. Solamente por la cantidad de relatos incluidos en cada antología ya merece la pena; pero, sin duda, por la calidad del contenido de cada uno.