¡Hola! Vuelvo por fin a traeros una nueva reseña, jaja. Ayer no subí IMM porque, como solo he logrado conseguir un libro (La Decisión de la Bailarina), pensé que no merecería la pena crear una entrada solo con ese libro. A cambio, os traeré la reseña en estos días de la trilogía completa, Las Crónicas de Fortuna. 

Y ahora, pasemos con Firefight, lo más reciente de Brandon Sanderson, uno de mis nuevos autores favoritos. ¿Vosotros habéis leído esta saga? ¡Qué ganas de que salga ya Calamity, el desenlace de la trilogía!

NO LEAS LA SINOPSIS SI NO HAS LEÍDO STEELHEART. CONTIENE SPOILERS. LA RESEÑA NO LOS TIENE.

La ciudad de Chicago Nova es libre.

Le dijeron a David que era imposible, que ni siquiera los Reckoners habían sido capaces de matar a un Gran Épico. Sin embargo, Steelheart -invencible, inmortal, inamovible- ha muerto. Y David fue el responsable de su fin.

Acabar con Steelheart debería haber completado la vida de David. Pero en realidad, solo le sirvió para ser consciente de todas las preguntas para las que no tiene respuesta. Y en Chicago Nova nadie puede contestarlas.

Pese a todo, en Babilonia Restaurada, el lugar antes conocido como Manhattan, quizá pueda encontrar las respuestas. Es una urbe inundada y triste, gobernada por la Gran Épica Regalia, pero David está seguro de que por allí pasa el camino que le llevará a lo que busca. Es arriesgado entrar en una ciudad bajo el yugo de una despótica Gran Épica, pero para David la apuesta vale la pena. Porque la muerte de Steelheart solo logró dejarle un enorme vacío donde antes residía su sed de venganza: en el corazón. Había logrado llenar ese vacío con Firefight, una Épica desaparecida. Y ahora se embarcará en una empresa más peligrosa y siniestra que la rebelión contra Steelheart.

Partirá en busca de Firefight y de las respuestas que necesita.

Han pasado meses desde lo ocurrido en STEELHEART, David y el resto de los Reckoners siguen enfrentándose a pequeñas amenazas de otros Épicos en Chicago Nova que tratan de hacerse con el poder ahora que Steelheart ha dejado ese puesto vacante. Una vez más, si no has leído el primer libro, quizás debas dejar de leer.

¿Qué queda después de conseguir el objetivo que te habías marcado desde tu infancia?

En esta segunda entrega, David, mejor conocido ahora como Steelslayer, se siente en cierto modo vacío. Con la desaparición de Megan, el descubrir que no todos los Épicos son malos, con el consiguiente dilema moral, entre otros problemas, lo que para David siempre se vio claro, ahora es un caos confuso de sentimientos enfrentados.

Con noticias de una Épica que controla el agua controlando la ciudad de Babilar, antiguamente conocida como Nueva York, el Profesor y el resto de integrantes del grupo ponen rumbo a la ciudad para descubrir qué está ocurriendo con la dictadura de Regalia sobre los ciudadanos que quedan bajo su merced.

En la tarea de detener a Regalia y descubrir el por qué de su repentino cambio de actitud, pues llevaba años cuidando y mejorando la ciudad, David buscará a Megan así como pruebas de que los Épicos puedan controlar su tendencia malvada a causa de hacer uso de sus habilidades.

Con la introducción de nuevos Épicos con habilidades interesantes y personalidades dinámicas, FIREFIGHT se mueve a un ritmo más ágil que STEELHEART, aunque el comportamiento de David en varias ocasiones, a diferencia del humor más divertido que tenía en el primer libro, hace que la lectura se enlentezca un poco en ciertos puntos, cargándose la atmósfera creada. Algo que para mí se carga la atmósfera del libro, desde luego, es que todos los personajes estén constantemente soltando la exclamación "¡Chispas!" (no les pega nada ir diciendo eso cada dos por tres). Pero, sin duda, es una novela que está a la altura de la espera a la que hemos estado sometidos. 

Con un contenido violento e intenso y cargado de acción, esta nueva entrega hace de FIREFIGHT una épica secuela.