La Bella Durmiente siempre ha sido uno de los cuentos de hadas más polémicos por el tema del consentimiento. A pesar del asunto de la violación y el dar a luz a gemelos sin siquiera despertarse, o incluso tras pasar por el filtro Disney "llega un extraño y me besa", la historia en sí es una bastante pasiva para la princesa. Aurora/Rosaroja vive, es escondida varios años, llega a princesa, se pincha, despierta y se casa. Fin.

Lo que Liz Braswell hace aquí es coger la historia de La Bella Durmiente (concretamente, la trama de la película de animación de Disney), y comienza la novela con la demostración a la pregunta "¿Qué pasaría si el beso de amor verdadero no funciona como se esperaba? ¿Y si Aurora no despertara? ¿Y si Aurora fuera un agente activo en su propio rescate?".

Desde que descubriera a esta autora y esta saga de "Giros Inesperados" con La Bella y la Bestia, tenía que leer otra novela de la saga.

La historia comienza con el príncipe Felipe derrotando al dragón y besando a la princesa. Pero, en cuanto lo hace, cae también preso de la maldición y se duerme, y todo por no haber comprobado si Maléfica estaba realmente muerta. 

Así, entramos en el mundo onírico en el que está atrapada Aurora, donde se ha recreado toda su vida pero con un ligero cambio: las tres hadas eran malvadas y Maléfica es la única hada buena que cuida de Aurora en el castillo rodeado de espinos. No pueden salir de allí porque todo más allá de los espinos está destruido y lleno de demonios.

La vida rutinaria de Aurora es bastante monótona, con las suficientes cosas raras esporádicas como para que acabe adentrándose más allá de los espinos y encontrándose con Felipe y descubriendo así su situación verdadera: está a sólo horas de dejar de tener dieciséis años en el mundo real y, si eso pasa, Maléfica habrá ganado con la maldición y será irrevocable.

Durante su misión de derrotar a Maléfica de una vez por todas, Aurora irá descubriendo aspectos turbios de su verdadera vida de la que no había sido consciente conforme crecía: sus verdaderos padres; cómo estaba obligada a casarse al día siguiente de su cumpleaños con un desconocido; no tener experiencia en nada en su condición de princesa y futura líder del reino, y que básicamente había sido criada para ser guapa y dejar que su reino lo liderase Felipe. También se tocan temas sobre depresión, la idea del suicidio, ansiedad y lógica de sueños. En síntesis ocurren muchas cosas pero no de manera que resulte agobiante.

Por otro lado, es una historia que se lee por sí sola y resulta más original que La Bella y la Bestia (puesto que medio libro era la historia tal cual. Con añadidos muy interesantes e innovadores, sí, pero al fin y al cabo medio libro no era nada nuevo) al ocurrir prácticamente todo en esta "maldición dentro de una maldición". Aquí, la Bella Durmiente llega a ser la heroína que debería haber sido.