Cinco destinos oscuros es la cuarta y última entrega de la saga de Kendare Blake iniciada con Tres coronas oscuras. La historia continúa justo donde lo dejó Dos reinos oscuros, con la trama alternando entre las hermanas Arsinoe, la naturalista; Mirabella, la elementalista más poderosa que ha habido en mucho tiempo; y Katharine, quien lleva sobre sus hombros el peso de generaciones de reinas pasadas, con las consecuencias que eso conlleva. Existe también un cuarto y poderoso personaje que prefiero no mencionar por si hago spoiler, pero a quien no hay que perder de vista, tampoco.

Las alianzas ya están formadas y la batalla final es inminente, pues solo una puede quedar viva según dicta la ley establecida décadas atrás. Es el momento de detener el asesinato entre hermanas de una vez por todas. Una tarea nada sencilla desde el principio y a la que no dejan de sumarse inconvenientes. En esta ocasión, la novela empieza con una misteriosa niebla que parece tener vida propia y una revuelta que busca atacar varios flancos y arrasar con lo que puedan.

¿Quién ganará la corona?

La autora se las ha apañado constantemente y durante toda la saga para entretejer humanidad y brutalidad, consiguiendo momentos muy gráficos y capítulos enteros tan cinematográficos que hasta la 20th Century Fox ha adquirido los derechos para adaptar la saga al cine. Una adaptación de estas características debe ser algo curioso de ver, cuanto menos, tan sólo por saber la cantidad de sangre que usarán en pantalla. Porque en los libros, spoiler alert, es mucha. Y eso sin necesidad de que nadie muera.

Cinco destinos oscuros es un desenlace a la altura del gran desarrollo que han tenido los personajes a lo largo de los cuatro libros, y también para resolver la mayoría de misterios. Han quedado algunas cosas en el tintero, y sin duda me gustaría leer más sobre el universo literario que ha creado la autora, pero sin duda es lo suficientemente satisfactorio como para poder ponerle un punto y final a una de las sagas de fantasía oscura más interesantes de los últimos cuatro años.