A medida que la saga Cazadores de Sombras ha ido creciendo y evolucionando, uno de los personajes que mayor fuerza y atractivo ha cobrado entre los fans es Magnus Bane: seductor, irreverente y con un enorme poder, deja un recuerdo imborrable.

En esta nueva bilogía, Cassandra Clare toma a este personaje como protagonista para desarrollar una nueva rama dentro del universo Cazadores de Sombras. Así, seguiremos el romance de Magnus y Alec mientras viajan por Europa, donde descubrirán que una pequeña broma de Bane ha alcanzado dimensiones desproporcionadas y se ha convertido en un culto demoníaco llamado la Mano Escarlata, que está sembrando el pánico por doquier.

Para resolver el malentendido y detener el caos, Magnus y Alec deberán encontrar al líder de la secta y enfrentarse a él combinando sus poderes.

Llevo una trilogía entera, dentro del universo Shadowhunters, quejándome de que Clare estaba reciclando constantemente los mismos temas y tipos de personajes; aun así, sigue siendo mi punto débil y me leo cada libro nuevo que saca; no iba a ser diferente con Los manuscritos rojos de la magia, una trilogía que hará las delicias de fans de Malec, la pareja formada por Magnus Bane y Alec Lightwood.

La historia comienza con unas vacaciones de la pareja por Europa, que cronológicamente ocurren durante La Ciudad de los Ángeles Caídos, el quinto libro de la saga principal. Lo que iban a ser unos días de descanso, desconectar y retozar pronto se ven truncados por los fanáticos de una secta que Magnus creó en el pasado a modo de broma pero que están llevando al extremo los preceptos absurdos que fueron estipulados originalmente.

La época en la que suceden los acontecimientos es complicada para la pareja porque las cosas con la familia y con los Cazadores de Sombras en general están delicadas y se enfrentan a muchos problemas y prejuicios tanto por parte de los cazadores como de los subterráneos. Aunque son temas que es interesante ver cómo se abordan, así como explayarse un poco más en las personalidades de Magnus y Alec, su relación es tan insufriblemente empalagosa que a veces satura demasiado porque es muy bidimensional.

Este problema creo que es muy subjetivo para mí por lo que no tiene que corresponderse con la realidad de otros lectores, pero es algo que quiero mencionar para quien no lo tenga muy claro esté al tanto.

Si te gusta ese tipo de lecturas con ese tipo de romance, entonces perfecto.

Veremos también a personajes conocidos de los libros de Los Orígenes y Lady Midnight aunque su aparición queda más como easter egg para quienes hayan leído dichos libros porque su presencia e importancia es corta y escasa.

El añadido de una segunda autora a esta trilogía le da una entonación completamente diferente a la intensidad que caracteriza a los otros libros, lo que puede servir para tomarse un descanso si lo que se busca es leer algo más ligero; no sólo la novela es más ligera en número de páginas sino también en extensión de capítulos y mayor alivio cómico constante.

Los dos libros restantes pueden dar lugar a situaciones nuevas muy interesantes, por lo que no habrá que perder el hilo de esta trilogía.