¡Hola! Como quizás habréis podido comprobar, el otro día cambié la plantilla del blog. Aunque estoy contento con el resultado, me di cuenta de algo que ocurre en las entradas, y es que las imágenes, independientemente del tamaño que le pongas, te las muestra ocupando todo el ancho de la pantalla, por lo que si pongo una portada de libro, aparece ENOOORME, y no me gusta. Es por eso que, por ejemplo, en la Ficha Técnica, en lugar de ser la portada y texto, es todo una captura de pantalla xD.

Eso era todo, gracias por leer mis reseñas :) ¡Los comentarios son muy bienvenidos!

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"Todo su mundo es un escenario". 

Entran en escena Beatrice Shakespeare Smith (Bertie): Nuestra heroína. Nate: Un pirata que hará lo que sea para proteger a Bertie. Telaraña, Polilla, Semilla de Mostaza y Flor de Guisante: cuatro pequeñas y traviesas hadas, las leales compinches de Bertie. Ariel: un seductor espíritu de aire. El desastre le sigue, pero Bertie no puede resistirse a él. 

Bienvenido al Teatro Illuminata, donde los personajes de toda obra escrita se encuentra tras el telón. Nacieron para representar sus partes en sus historias, y están atados al Teatro por El Libro, un antiguo y mágico volumen donde se encuentran los guiones de cada obra. Bertie no es uno de ellos, pero son su familia. Y está a punto de perderlos a todos porque El Libro está en peligro, y con él, todo el Teatro. Bertie tiene que encontrar una forma de salvar el único hogar que ha conocido. Pero primero está el pequeño problema con dos atractivos hombres, ambos compitiendo por su atención. El camino del amor nunca fue fácil...

Beatrice Shakespeare Smith, o Bertie, es una chica de diecisiete años que vive en el Teatro Illuminata desde que su madre la abandonó allí cuando era una niña. Creció rodeada de los personajes de todas las novelas jamás escritas. Anclada a ese lugar, todo su mundo era un escenario mágico y cambiante. En un mundo donde cualquier personaje puede ser convocado al escribir su nombre en un tablón, Bertie pasa el tiempo rodeada de personas como Nate, un pirata del cuento de La Sirenita, Ariel, un espíritu del aire de La Tempestad, y Ophelia, de Hamlet.

Libre de muchas de las limitaciones que otras chicas de su edad tienen, sin padres que la guíen o castiguen, y tentada por sus cuatro pequeñas secuaces, las cuatro hadas de Sueño de una Noche de Verano, Bertie está constantemente metiéndose en líos que vuelven loco al Regidor de Escena. Tras la última travesura, es llamada a la oficina del Director del Teatro y se le da un ultimátum: debe demostrar que es necesaria para el Teatro, o de lo contrario tendrán que echarla a la calle. Y solo tiene unas horas para hacerlo.

Con la perspectiva de tener que dejar el Teatro y todo lo que ha conocido en su vida, Bertie pone a prueba su valor con la ayuda de sus amigos. Su plan es convertirse en Directora, un rol que no tiene sentido en un sitio donde cada personaje ya sabe las partes que tiene que representar y dónde debe estar en cada momento. Pero su idea ingeniosa es dirigir Hamlet y ambientarla en Egipto para darle un toque moderno. Como podéis imaginar, se forma el caos. Los personajes de Hamlet están consternados, el Regidor de Escena no parece feliz ni convencido con la idea. 

Haciendo uso de artimañas, tratará de convencer a la gente que ella es una Directora; pero lo que no sabe es que los cambios que hace a la obra de Hamlet causarán cierto desequilibrio a su mundo. Y Ariel, cuando descubre que, si Bertie es capaz de dejar el Teatro, podría liberarlo a él, procederá a tentarla. 

Entonces, El Libro desaparece y Bertie descubre que deberá encontrar un papel para ella o el mundo entero se desmoronará. Puede que no sea una Directora, pero debe haber algo que pueda hacer. 

El resultado de toda esta trama es un libro divertido, muy creativo y entretenido de leer. La premisa es atrayente, con su toque de magia y talento por parte de la autora, Lisa Mantchev, quien crea un mundo cuidado y que hace que quieras vivir en él; y un detalle curioso es que los flashbacks están escritos en forma de guión de teatro. 

Es un teatro, por lo tanto tiene comedia, drama, romance, y tragedia, héroes y villanos, y una historia imaginativa. Cuando ocurre una escena dramática, siempre hay un coro oculto amenizando la escena; encontraremos a Ophelia, de Hamlet, deambulando por el Teatro en busca de charcos donde poder ahogarse; y hasta tienen un almacén de atrezzo con objetos como la botellita de Alicia que dice "Bébeme", lo cual Bertie hace y tiene repercusiones de lo más divertidas. Hay amigos, compinches, villanos y héroes que tienen su importancia y lugar en la historia: desde el Regidor de Escena hasta la Bruja del Mar de La Sirenita, pasando por dioses menores como Caos. 

Excepto por Bertie quien, con 17 años, la encontré muy inmadura para su edad. Pero claro, luego te das cuenta de por qué: con la compañía con la que ha crecido, y sin unos padres que se encargaran de ella, normal que saliera así.

Eyes Like Stars hará que Bertie finalmente encuentre su lugar en la vida, a través de las revelaciones que encontrará, las decisiones que deberá tomar, e incluso el despertar de un triángulo amoroso entre Ariel y Nate (yo soy Team Nate porque Ariel es el típico "bad guy", y Nate es divertido hablando como pirata), y también el tomar conciencia de que ella, la "damisela en apuros", es quien deberá salvar al chico en apuros para variar, así como una herencia por descubrir. Bertie acaba siendo un personaje vibrante y aventurero.

Eyes Like Stars es el primer libro de una trilogía mágica con el estilo de cuento de hadas mezclado con las icónicas obras de teatro en un resultado divertido, misterioso, creativo y magnético. Sin embargo es la parte introductoria de la saga, por lo que no ocurre tanta acción como me hubiera gustado encontrar, pero eso sí, el final te deja con la miel en los labios y se nota la evolución de los personajes y la complejidad de la trama.