Cuando un escándalo sexual que incumbe a un miembro del profesorado con un estudiante comience a correr como la pólvora y se convierta en la comidilla del Paloma High School, las vidas de siete estudiantes darán un importante giro mientras tratan de descubrir a los culpables al tiempo que intentan lidiar con sus propios problemas.

Cuando leí Noteworthy, de la misma autora, descubrí que existía este libro, también en la línea del género contemporáneo y que mezclaba los siete pecados capitales con el instituto, así como introducir diversidad en la historia; la premisa ya parecía interesante gracias a eso, aunque tenía la sensación que una historia contada por nada más y nada menos que siete perspectivas diferentes no iba a ser una experiencia muy positiva. Por suerte me equivoqué, y me sorprendió gratamente.

El punto fuerte de la historia son, obviamente, los personajes, y la autora ha sabido arreglárselas para crear una voz única para cada uno de ellos, lo cual no es poca cosa. Cada uno de ellos está jodido a su manera, y sus defectos serán diferentes, realistas, únicos y extrañamente atrayentes.

Así, conoceremos a Olivia, quien tiene que aguantar un montón de críticas debido a su libertad sexual con los chicos; a Matt, quien está colado por Olivia y tiene que lidiar con ello incluso sin haber hablado nunca con ella; Juniper, cuya vida perfecta la está consumiendo lentamente; Claire, la envidia personalizada y que está constantemente comparándose con otros, cuya autoestima está siempre en medio entre ella y sus amigos, su familia y su vida; conoceremos a Lucas, cuya sonrisa esconde miedos e inseguridades; Kat, que no sabe cómo librarse de la ira.
Cada uno de estos personajes tiene algo que aportar a la historia, independientemente de si su papel es más protagónico que otros.

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He leído muchas historias ambientadas en institutos y todas caen en los manidos clichés pero, por suerte, el estilo narrativo se aleja de ello y además tiene una calidad que te atrapa a pesar de no tener una historia demasiado espectacular.
Lo interesante del libro, entre otras cosas, es tratar de descubrir el pecado capital que representa cada personaje, ya que en algunos es evidente (como Olivia siendo la Lujuria, o Claire siendo la envidia) pero en otros, hay que estar atento a los detalles y, con el tiempo, acabaremos descubriéndolo (o no).

Una "pega" que tengo con el libro es que la perspectiva de Juniper esté contada como si fuera un poema (aunque ni rima ni nada), porque dudo que nadie piense así constantemente, pero creo que era un recurso para reforzar la visión de lo perfecta que es su vida, como para recargarlo todo aún más, por lo que en el fondo es una pega pero al mismo tiempo me gusta si el recurso tiene la intención que creo.

Para finalizar, recomendaría este libro para todo aquél que quiera leer algo ligero ahora que va a empezar el verano y las vacaciones, pues una novela contemporánea ambientada en el instituto siempre entra bien. Por mi parte, y tras dos buenas experiencias con Riley Redgate, creo que a estas alturas leeré todo lo que escriba de aquí en adelante.

Seven ways we lie es una novela contemporánea y muy entretenida que pone en conflicto temas como el feminismo, la libertad sexual, la orientación sexual y la libertad de expresión en un escenario tan problemático como es el instituto.