Las tradiciones conforman gran parte del gran tejido cultural de un pueblo, y por tanto, toda manifestación artística refleja el impacto de estas sobre los individuos que la comparten. O lo que es lo mismo: Halloween es un auténtico acontecimiento en Estados Unidos, por lo que la televisión –pese a quien le pese, es una forma más de manifestación artística- tiende a mostrar la fiesta a la mínima ocasión.

En Halloween las series de televisión tienen la oportunidad de emitir un episodio de relleno, uno de esos de poco presupuesto y con poco peso argumental  que tiene como único objetivo entretener a la audiencia. En muchas ocasiones los episodios son poco trascendentales, sobre todo en las ficciones más comunes de 40 minutos, y en otros han encontrado el gag perfecto con el que hacerle un gran guiño al espectador.

EL CASO DE LAS COMEDIAS

Las comedias se suelen reservar el gag de Halloween como su mejor carta, sabiendo que muchos fans están deseando que llegue ese día para ver qué tienen preparado. Ese es el caso, por ejemplo, de las famosas Casas del Terror de Los Simpsons, donde homenajean películas de terror y cultura popular con su habitual satírico sentido del humor. Mi favorito sin duda es de El Resplandior, aunque el de Poe tampoco se queda atrás.

En otros ejemplos, de comedias más recientes, las sitcom anuncian a bombo y platillo su episodio especial. Ese es el caso de Modern Family –que por ahora no ha tenido un solo episodio de Halloween malo- o Community. El caso de Community quizá sea el más ilustrativo, ya que después del genial y loco episodio zombie, los fans esperábamos ansiosos qué nos iban a ofrecer al año siguiente. Brooklyn 99 sabe bien cuáles son las reglas del gag, y en sus dos temporadas (ahora tres, que acaba de estrenarse) ha realizado prácticamente el mismo episodio aunque con tramas diferentes, aludiendo a la nostalgia del espectador.

CASOS EXCEPCIONALES

Tal y como decía anteriormente, los episodios de Halloween son eso, episodios de Halloween que existen por y para entretener pero no siempre es así. En Buffy La Cazavampiros asistíamos a unos de los ejemplos paradigmáticos de cómo utilizar este recurso a tu favor. 

Durante la segunda temporada, cuando la serie ya había conseguido tener un curso regular, les llegó el momento de utilizar la fiesta como elemento especial. A priori y durante el transcurso de la trama, nada de lo que acontece es realmente recalcable –sería a partir de la tercera cuando la serie comienza a tener arcos argumentales más elaborados, alejándose del “monstruo de la semana”- más allá de vencer al malo. 

El argumento era el siguiente: todos se disfrazan para salir de fiesta, sin saber que el disfraz está encantado. El encantamiento les hace vivir y ser la persona que han elegido disfrazarse, siendo Willow la única que se salva porque no se disfraza. Buffy, por ejemplo, se viste de “damisela en apuros” y Xander de soldado de élite. Al acabar, todo sale bien, cada uno a su casa y ya está…pero esto es a priori.

Más adelante, justo cuando muchos nos habíamos olvidado de este episodio, la serie retoma lo sucedido en Halloween para engrandecer a Xander, quien debido a su humanidad, cojeaba un poco dentro de la Scooby gang. Xander recuerda todo aquello que aprendió como soldado aquella noche, como si de veras hubiera sido un especialista en tácticas militares, siendo esencial en algunos episodios. Este recurso será utilizado hasta que poco a poco los recuerdos se desvanecen con el tiempo.

Otro ejemplo de saber utilizar y crear hype para Halloween es American Horror Story. En la última temporada, Freak Show, Murphy introducía a Edward Mordrake. Su historia y su función dentro de la trama fueron esenciales para el cierre final de la temporada y el futuro de la protagonista, Elsa Mars. Para la siguiente temporada, Hotel, el creador de Glee o Scream Queens tiene un cartucho guardado para el próximo Halloween: la vuelta de Lily Rabe a la serie.

En definitiva, Halloween es una pieza esencial para las series. El recurso perfecto para crear un gag recurrente, un elemento de conexión con el público e incluso un momento fundamental para sus personajes.