Hace once años, una pandilla de cazadores capturó un maléfico demonio y Phineas T. Pimiscule rescató a su sobrino, Sky, de los restos de la gran batalla. Durante todo ese tiempo, Sky Weathers ha estudiado como realizar trampas, crear acertijos, hacer experimentos científicos y aprender el secreto de la leyenda de los cazadores, creyendo que todo es un juego. Durante todo ese tiempo, Sky y su familia se han ocultado de sus enemigos, mientras que sin que lo supieran, su tío Phineas ha sacrificado todo para protegerlos. Durante todo ese tiempo, Sky Weathers no ha sabido nada de “el día”… pero en la víspera de su doceavo cumpleaños con su ansiado retorno a Exilio, todo cambia.

Sky es un chaval que lleva toda la vida "jugando" a tenderse trampas con su tío (Trampas de verdad, rollo un agujero en el suelo donde te quedas atrapado si te caes dentro) pero de buenas a primeras su tío desaparece... justo antes de que regresen a Exilio, su lugar de nacimiento y una ciudad que oculta muchos secretos.

Pronto Sky comprenderá que los "Juegos" con su tío no eran sino una preparación, un entrenamiento concienzudo para que, llegado el momento, pudiera enfrentarse a las hordas de monstruos y convertirse en un Cazador.

Por otra parte un demonio de su pasado lo busca incansablemente y puede que los miembros de su familia estén en peligro... mucha presión para un niño de 12 años. Eso sí: un niño de 12 años con una marca de nacimiento en la mano que tiene mucho que ver con todo este lío.

Este libro, aun encajando en el rango de los MiddleGrade por la edad de sus personajes, brilla más como juvenil pues tanto el universo que recrea como la narrativa son mucho más complejos de lo que podrían parecer a simple vista.

Volver a Exilio tiene una mitología compleja, en la que las criaturas brillan por ser creíbles y únicas, con una ciudad oscura, brumosa y misteriosa de trasfondo. Su estética podría catalogarse en algo a mitad de camino entre el Steampunk, o "Jankpunk" mejor dicho, la fantasía urbana y la fantasía a secas; un batiburrillo curioso que, por increíble que parezca, funciona bastante bien.

Lo raro de este libro es que, aún siendo un buen ejemplo de literatura juvenil, parece que no ha habido más continuaciones de la saga. El final de este libro no está mal, deja atados varios cabos y te da una buena sensación... pero deja otros desatados, y dan ganas de más. Siendo que se publicó en 2013 a lo mejor peco de impaciente, pero realmente no entiendo que falla para que saquen más capítulos de esta saga.

Eso sí: una crítica muy seria al libro es que el protagonista, en más de una ocasión, es excesivamente serio o carente de emoción. En un primer momento eso me llamó la atención, y pensé que tenía que ver con un aspecto concreto de la historia (Ejem, ejem... ¡Marca de nacimiento!), pero luego dejé de tener tan claro si era intencionado... cuidado con eso.

En general el libro se conduce bien, tiene descripciones bastante detalladas y muchos momentos de acción. Para su tamaño da un par de giros interesantes a la historia y llega a tener momentos de auténtica tensión. Bastante más elaborado de lo que esperaba en una novela que, en principio, catalogaría de MiddleGrade. Por otra parte se supone que es el inicio de una saga, y eso se nota en ciertas lagunas... pero nada reseñable, más bien al contrario: sorprende lo bien llevado que está para ser solo un libro introductorio.