En una versión histórica y alternativa de Gran Bretaña, la élite tiene el poder no sólo gracias a la economía, sino por poseer unos poderes mágicos, también. Estos Diestros, conocidos irónicamente como "Iguales", son los que presiden la sociedad, dirigen el Parlamento, y toman decisiones que afectan a la totalidad del país. Todos aquellos que nacen sin poderes mágicos, los Ordinarios, deben a los Diestros su existencia. Por ello, para conseguir ser ciudadanos completos con todas sus ventajas y comodidades, deben servir una década de esclavitud, que pueden iniciar en cualquier momento de sus vidas; pueden hacerla bien cuando sean jóvenes o viejos, pero es obligatorio.

Los hermanos Abi, Luke y Daisy se encuentran en un interesante y esperanzador día de sus vidas. Gracias a la planificación de sus padres, los cinco (los padres incluidos) podrán realizar su período de esclavitud al mismo tiempo y, al hacerlo juntos, podrán ser esclavos en familia y al menos no tendrán que estar separados los unos de los otros. A través de las habilidades de Abi, consiguen que les den plaza en los terrenos de Kyneston, una de las familias de Iguales más notorias.

Sin embargo, cuando estén a punto de marchar hacia allí, recibirán la inesperada noticia de que no habían encontrado un puesto que ocupar para Luke y, al no tener cabida en Kyneston, deberá ser separado de su familia y enviado a Milnoor, una ciudad de esclavos donde tendrá que realizar duros trabajos manuales del que muy pocos vuelven enteros, si es que logran volver.

En Kyneston, la familia Jardine reina gracias al uso de la magia y el miedo. El hermano mayor, Gavar, tiene a su cuidado una hija bastarda cuya madre murió tratando de escapar de allí con su hija. El hermano más joven, Jenner, busca la igualdad entre Diestros y Ordinarios, con su familia firmemente opuesta a ello; pero es Silyen quien posee todo el poder, y lo vigila todo con ojos fríos y calculadores. El poder mágico de Silyen es inigualable, y tiene un plan.

Alternando entre las perspectivas de Kyneston y Milnoor, iremos descubriendo cosas desde las respectivas jaulas metafóricas de Abi y Luke. A través de temas tratados como la política, la opresión, la injusticia y la magia, iremos viendo cómo el peligroso juego que Silyen tiene en marcha puede afectar a Abi y Daisy y cambiarlo todo; cómo Luke aunará fuerzas casi sin quererlo con ciertos rebeldes que, buscando algo más que sobrevivir, deberán plantar cara; y cómo, para todos, nada volverá a ser lo mismo.

La historia tiene un ritmo ágil y que cumple con el objetivo de entretener. Con paralelismos a la historia y a nuestro presente, conoceremos personajes bien definidos y una trama bien hilada y llevada a cabo a través de las convincentes voces de los diferentes personajes y perspectivas.

Sin embargo, ha habido ciertos elementos que no me han terminado de convencer: por ejemplo, el mundo en el que se desarrolla la acción en sí, y las perspectivas de los Iguales. Hay una mezcla de tecnología moderna y magia pero con una explicación nula a todo esto y con una descripción muy vaga de lo que son los Dones que hizo que me supiera a bastante poco.

Por otro lado, aunque los cortos capítulos donde se cuenta la historia desde la perspectiva de diferentes Iguales me sobrasen un poco, me ayudó a tener cierta perspectiva sobre el todo y las diferencias entre estos estamentos sociales.

En general, La jaula dorada, tras haber terminado de leerlo, me dejó con la sensación de haberme sabido a poco. Pero al verlo en retrospectiva me doy cuenta de la cantidad de elementos que incluye y a los que se le puede sacar potencial en las siguientes partes; espero que sea más explicativo con todo en la continuación, porque aquí muchas cosas se han dado un poco por sentado.