Para treinta y cinco chicas, la Selección es una oportunidad que solo se presenta una vez en la vida. La oportunidad de escapar de la vida que les ha tocado por nacer en una determinada familia. La oportunidad de que las trasladen a un mundo de trajes preciosos y joyas que no tienen precio. La oportunidad de vivir en un palacio y de competir por el corazón del guapísimo príncipe Maxon.

Sin embargo, para America Singer, ser seleccionada es una pesadilla porque significa alejarse de su amor secreto, Aspen, quien pertenece a una casta inferior a la de ella; y también abandonar su hogar para pelear por una corona que no desea y vivir en un palacio que está bajo la constante amenaza de ataques violentos por parte de los rebeldes.

Es entonces cuando America conoce al príncipe Maxon. Poco a poco, se empieza a cuestionar los planes que ella había hecho para su vida y se da cuenta de que la vida con la que siempre soñó puede no poder compararse con el futuro que nunca se atrevió si quiera a imaginar.

He leído reseñas MUY extremistas, desde personas que lo odian por encima de todo, y gente que lo cuentan entre sus mejores lecturas "ever and ever". Creo que yo me he quedado en una mezcla de ambos y estoy en un punto medio tirando a "buéh".

America Singer es una número Cinco en una sociedad cuya jerarquía está establecida por números del Uno al Ocho desde la Cuarta Guerra Mundial; vive en Nueva Asia, después de que Oriente invadiera Estados Unidos.

Como una Cinco, apenas tiene dinero para subsistir con lo que queda de su familia, pues dos de sus hermanos han logrado triunfar y ascender de casta. Sin embargo, todo cambiará para ella, su familia, y para su novio Aspen, cuando comienza un evento que solo se organiza cada muchos años: 35 chicas de cualquier casta competirán entre ellas para conseguir que el principe Maxon se enamore de una y sea la próxima princesa de Illéa (el nombre de la sociedad en la que viven). Cuando Aspen decide cortar con America, ésta se apunta a la Selección y, contra todo pronóstico, es elegida.

A pesar de sus muchos, muchos, muchos...parecidos con "Los Juegos del Hambre conoce a Supermodelos", America se comporta como que esto no está hecho para ella, y es una borde y demás, por lo que pensé que sería diferente, y la lectura resultaba lo suficientemente entetenida, así que seguí leyendo. Peeeero, de golpe y porrazo, queda claro que acaba enamorándose de Maxon, a pesar de que han decidido quedar como amigos y confidentes en ese concurso tan estrafalario.

La novela habría resultado aún más redonda y completa si se adentrara en temas secundarios al concurso y expicara la situación del mundo que ha creado la escritora, puesto que están las castas, la realeza, y continuos ataques de rebeldes al Palacio. Pero, no encontraremos nada de eso, puesto que se dan muy pocos detalles; al estar contado en primera persona, solo nos enteraremos de lo que ocurre en "el mundo exterior" a menos que America lo viva. Y ella está recluída en el palacio, así que...Para nosotros, es como si el mundo no tiene cultura, vida social, o religión.

Maxon, a pesar de su pedantería, resultaba interesante, enigmático, y prometía ser más que apariencias. Pero, una vez le conoces, salvo ciertos detalles....no hay más, y acaba resultando aburrido, repetiivo, y altanero con el rollo "soy príncipe y todo eso". 

A pesar de todo, cuando terminé la primera novela, continué con La Élite, por curiosidad y ver si los fallos que se cometen aquí, se arreglan en las continuaciones.

La Selección es una novela distópica juvenil sin muchos elementos novedosos que la hagan destacar del resto que ya hay en las librerías, pero que al final resulta ser una lectura suficientemente entretenida e intrigante en cierto modo como para continuar la saga; aunque no esperes algo demasiado inteligente o lleno de acción.