¡Hola, readers!

¿Recordáis cuando os dije, en la reseña del libro anterior (El oro del depredador), que ojalá llegase pronto el 1 de febrero para esta tercera parte? Ayer lo recibí dos semanas antes de tiempo y...¿Adivináis quién se lo ha leído del tirón? Exacto, jajaja

Esta es la tercera parte de una saga de cuatro libros ambientada en un mundo postapocalíptico donde las ciudades de la Tierra deambulan por el mundo sobre ruedas gigantescas, arrasándose entre sí, y en el que los recursos cada vez son más escasos. Cada vez tengo más ganas de ver la peli. ¿Conocíais estos libros?

¡Nos leemos!

Si en El Oro del Depredador habían pasado pocos meses desde los acontecimientos de Máquinas Mortales, en Inventos Infernales han pasado la friolera de dieciséis años, y es el momento de pasar el papel protagonista a una nueva chica, Wren.

Cuando un grupo de niños perdidos llegan a Anchorage buscando el misterioso Libro de Hojalata, Wren quedará prendada por su sentido de la aventura y accederá unirse a ellos para ayudar a robarlo con tal de que se la lleven de allí. Pero, como estamos empezando a aprender con los libros de Philip Reeve, los encantadores desconocidos pronto se revelarán como menos altruistas de lo que aparentaban, y no mucho después comenzará la violencia y la sangre que acabará involucrando a nuestros antiguos protagonistas, Tom y Hester.

La parte más grande que ha cambiado en la saga es, obviamente, la nueva generación protagonista, Wren y Theo, un joven esclavo al que conoce más adelante. Tom y Hester aún son partes importantes de la historia (de hecho, su arco argumental sigue teniendo gran peso en la saga); Tom y Hester no serán las únicas caras conocidas que volveremos a encontrar a lo largo del libro.

En la reseña del libro anterior mencioné que la caracterización de los personajes iba más allá que la típica a la que estábamos acostumbrados en novelas de su género, y eso es algo que se hace más patente aún en Inventos Infernales con la nueva tanda de personajes, donde una gran cadena de actos y consecuencias se va desarrollando de fondo, descubriéndose así las repercusiones que tienen algunas de las decisiones tomadas en la segunda novela.

La primera mitad del libro tiene un ritmo más pausado, debido a la adaptación del autor al salto cronológico, con la que saltamos varias veces con cosas de la época de El Oro del Depredador. Así, la trama de Inventos Infernales arranca en toda su gloria de la mitad del libro en adelante, donde el caos y la violencia estallan. 

Preparaos para encontrar batallas aéreas, tropas robóticas, un palacio flotante en peligro, una revuelta de esclavos, y muchos personajes en medio intentando sobrevivir para llevar a cabo sus planes. Con un montón de cosas ocurriendo casi al mismo tiempo, Reeve hace un buen trabajo llevando a las páginas toda esa epicidad de las batallas típicas de las películas.