La saga de La compañía negra es una que ha estado en librerías desde finales de los años 80, y que cuenta con más de diez libros divididos en trilogías y sagas. Son libros que han pasado modestamente desapercibidos, aunque para amantes de la dark y grim fantasy son como referentes.

Inconvencionales dentro del género de Espada y Brujería, esta saga destaca sobre todo por su ambigüidad moral, por centrarse más en la trama que en sus personajes o escenarios, y por incluir una mitología propia que la pone a la altura de la fantasía épica. En La compañía negra, primer libro de la trilogía Libros del Norte (pronto a ser adaptado a serie de televisión), se nos introduce un grupo de mercenarios a los que veremos llevar a cabo sus misiones a lo largo de cuarenta años. Aunque eso no significa que todos vayan a llegar vivos hasta el final.

En un mundo alternativo y en mitad de la guerra, la Compañía, unos hechiceros y guerreros que prestan sus servicios al mejor postor, hace lo imposible por sobrevivir y ver la luz de un nuevo día en una batalla entre una facción que domina la magia y otra, la fuerza.

La trama comienza en mitad de la acción y se nos va poniendo al día rápidamente de lo que está ocurriendo. A diferencia de lo que suele ocurrir con otros títulos dentro del género de fantasía épica, en La Compañía Negra la historia no se divide en cientos de tramas secundarias, sino que mantiene su cohesión y homogeneidad a lo largo de todo el volumen, llevando adelante el grueso de la historia y sus personajes en una gran trama global.

La novela está plagada de escenarios desolados y campos de batalla, y si esperas encontrar personajes a los que coger cariño o sentirte identificado, te has equivocado de libro.

Con falta de contenido emocional, Glen Cook usa los diálogos y la habilidad para delinear a sus personajes. Además, usa su experiencia real como ex-militar para imprimar esas características al tono narrativo, las escenas de batalla, y a sus personajes, dándoles además una visión nihilista y más oscura del día a día típico de un soldado. Personas para las que la muerte incierta y la batalla constante son parte del día a día.

Como mencioné al inicio, el punto fuerte de esta novela no es precisamente su worldbuilding, y es algo que se nota también en el desarrollo de la historia. El ritmo de la trama es vertiginoso y mantendrá en vilo al lector en todo momento, pero quizás haya cosas que ocurren demasiado rápido y haya necesitado más páginas para desarrollar o explicar mejor y que se entienda todo para causar mayor efecto.

Los amantes de la fantasía que busquen héroes y villanos, moralidad y grandes descripciones, quizá se sientan decepcionados. Pero si buscas una trama poco convencional, magia, sangre, batallas, muertes y embarcarte hacia lo desconocido, entonces La compañía negra es para ti.