Como amante de los cuentos de hadas, no hay nada que me guste más que un buen retelling para darle ese giro original e interesante a una historia ya conocida, para hacerla algo nuevo y diferente. Aunque no soy muy fan de la ciencia ficción, me llamó la atención mezclar el tema de androides, extraterrestres y ambiente futurista con el cuento de la Cenicienta; pensaba que, conociendo la historia original, encontraría pocas novedades aquí. Pero estaba muy equivocado. 

Ciento veintiséis años en el futuro, después de la Cuarta Guerra Mundial, el planeta está plagado con una enfermedad mortal llamada letumosis. En Nueva Beijing, una chica llamada Cinder es una Ciborg -parte humana, parte robot- cuyo talento para la mecánica es explotado por su arrogante y avariciosa madrastra, su Guardiana después de la muerte de su padre. Como Ciborg, Cinder puede ser reclamada por el gobierno para servir como rata de laboratorio para encontrar una cura a la letumosis, lo cual es lo que ella más teme, pues ningún Ciborg ha sobrevivido a las pruebas. 

Por desgracia para Cinder, su amada hermanastra (en esta ocasión, se llevan bien) Peony ha contraído la enfermedad el mismo día que los servicios de Cinder son requeridos por el Príncipe Kai. Ambos sucesos desencadenarán una serie de acontecimientos donde Cinder descubrirá la verdad sobre su propia sangre, la cara oculta de la política del país y una guerra contra los habitantes de la Luna.

Cinder cuenta con una historia muy bien narrada y llevada a cabo, además de contener diferente subtramas en apariencia sin conexión al principio. Por un lado, tenemos a Cinder y su familia, sus dificultades para ser aceptada y querida por ella y siendo explotada por su madrastra, razón que en esta novela tiene más sentido que en el cuento original por el hecho de ser una Ciborg, con el rechazo social que eso conlleva, al no ser considerados, de entrada, humanos.

Por otra parte, está el hecho de la plaga, la precaria relación política entre la Tierra y la Luna, con sus habitantes y, sobretodo, su reina, Levanna. 

Elementos que solo son el inicio de una trama aún mayor donde aparecerán diferentes personajes de los cuentos de hadas (Caperucita Roja, Rapunzel y Blancanieves) que le darán su giro particular a la historia y la entrelazarán con la trama principal de una forma original y con mucho potencial.

Sólo he leído por ahora Cinder y Scarlet, y estoy deseando echarle el guante a Cress y Winter (y Fairest, donde conoceremos mejor al personaje de Levanna), porque la lectura ha resultado ser muy interesante y entretenida, siguiendo a Cinder y los descubrimientos que va haciendo en busca de la verdad. 

Cinder es un cuento de hadas singular sin llegar a ser un cuento de hadas. El inicio de una saga prometedora con una trama que se complica cuanto más avanzas en ella, entretenida en todo momento. Sin duda un lavado de cara fresco y necesario a una historia conocida por todos, con la que te sorprenderá en más de una ocasión.