Lewis, como quizás recordéis tras haberle conocido en La casa del reloj en la pared, ha estado viviendo el último año en casa de su tío Jonathan, que es un mago en un pequeño pueblo de Michigan llamado New Zebedee. Su tío no es muy mágico que digamos, pero su vecina, la señora Zimmermann, es una bruja bastante avezada. Aun así, ninguno de los dos parece encontrar nada mágico en la "moneda de la suerte" que encuentran con Lewis en el baúl de su abuelo, un veterano de la Guerra Civil.

De todas formas, Lewis decide llevarla colgada al cuello de todas formas, convencido de que debe tener alguna propiedad mágica. Cuando él y su amiga Rose Rita ponen a prueba la moneda con un encantamiento extraño, despierta en ella una fuerza peligrosa.

Aunque al principio parezca que la moneda ayuda a Lewis dándole valor y fuerza para lidiar con los abusones del colegio, pronto comienza a salirse de control y a recibir misterioso mensajes que más parecen una amenaza. Y además de todo esto, una figura envuelta en sombras y con olor a cenizas húmedas comienza a acecharle...

A grandes rasgos, la trama del libro podría recordar a El señor de los anillos, pero una versión bastante menos épica y mucho más mundana, con la moneda como el anillo único, la figura siendo un secuaz de Sauron y Lewis en el papel de Gollum. Pero en el fondo no deja de ser la historia de un chico regordete que es la diana de los abusones y que tiene un particular interés por la ciencia y la magia. 

Es curioso ver cómo este tipo de historias pueden compaginarse con los gustos de los jóvenes lectores de hoy en día. John Bellairs crea un bonito contraste entre la corriente vida de un chico de colegio con el miedo gótico por un poder desconocido. Pero la historia macera lentamente su historia para llevarla hasta el clímax, esperando a que algo pase y representando la atmósfera de una ciudad rural de los años 50. Por ello, seguramente no contenga la acción suficiente para los estándares actuales de la literatura. Pero no por ello lo hace una mala lectura, solo que algo más selectiva con sus lectores.