La estudiante de Arte y aprendiz de monstruos, Karou, tiene por fin las respuestas a las preguntas que se lleva haciendo desde niña: por fin sabe quién es y, sobre todo, qué es. Pero junto a esta verdad ha conocido otra mucho más dolorosa: el ser al que ama es su peor enemigo, responsable de la traición más terrible y del dolor de todo un mundo.
En esta segunda parte de la mundialmente aclamada Hija de humo y hueso, Karou deberá decidir hasta dónde es capaz de llegar para defender a su pueblo. Llena de dolor y belleza, secretos y decisiones imposibles, Días de sangre y resplandor encuentra a Karou y Akiva en dos bandos enfrentados cuando una antigua guerra vuelve a desatarse.
Mientras Karou y sus compañeros construyen un ejército quimérico en un mundo de polvo y estrellas, Akiva lleva a cabo otro tipo de batalla, la de su redención, la búsqueda de esperanza. Pero ¿puede la esperanza escapar de las cenizas de un sueño roto?
A pesar de lo que se diga de “las segundas partes nunca fueron buenas”, Laini nos trae un libro que supera con creces a su predecesor.
Mientras que en la primera entrega, Karou no conoce nada de su pasado, en esta segunda parte, la chica conoce su pasado y quién es realmente. Esto viene con una desventaja, y es que la persona de quien está enamorada pertenece a la raza enemiga que tanto daño ha hecho a los suyos. Asimismo, Karou ahora se dedica a intentar reconstruir lo que una vez fue la gloriosa raza quimérica, ya que ha quedado destrozada.
Por otro lado, Akiva se encuentra en búsqueda de la esperanza con la ayuda de sus hermanos ángeles.
Las almas muertas solo sueñan con la muerte. Los sueños insignificantes son para los hombres insignificantes. La vida es la que se expande para llenar los mundos
En esta segunda entrega, todas las dudas que tuviéramos al principio, quedan resueltas, como para qué usaba Brimstone los dientes, cuál era el pasado de Karou, o por qué los ángeles marcaban las puertas con dibujos de manos. Y ahora, conoceremos el mundo de Eretz
Eretz está sumido en una guerra que se lleva alargando desde hace miles de años, pues los serafines no dejarían de luchar hasta ver a la raza quimérica extinguida; y en estos momentos, es cuando más oportunidades tienen de conseguirlo.
La historia está contada desde el punto de vista de Karou, con sus avances en intentar proteger a las Quimeras; desde el punto de vista de Akiva, que aporta información sobre los serafines y su sociedad, sus hermanos y demás progresos, conociendo más sobre algunos ángeles que aparecieron en el primer libro; y desde el punto de vista de Zuzana y Mike, que siempre es bueno conocer las vidas de los demás personajes secundarios. Además, conoceremos a un montón de personajes nuevos, cada uno únicos en sí mismo y mucha presencia.
El miedo era fácil de olvidar. La rabia era otra cosa
Una vez más hay que destacar la narración de Taylor. El ambiente que crea a lo largo de la historia, lleno de desesperación, remordimiento y maldad. La narración no es lenta, aunque al principio podría parecer muy introductoria debido a toda la información que recibes casi de golpe, pero que es necesaria y que además resolvería nuestras posibles dudas; conforme avanza, vemos que lo que podría haber parecido simple al principio, se revela más intrínseca y sólida, con sus giros inesperados y sus verdades ocultas. Con la ventaja de los capítulos cortos, al menos a mí me anima a “voy a leer un capítulo más...”, y que al final, sin darte cuenta, casi te has terminado el libro.
Casi un 4 |
Esta saga me llama mucho la atención y espero poder leerla pronto. Un beso.
ResponderEliminarPuff...mira que he visto buenas críticas de esta saga...pero a mi, por el contrario, no me entusiasma leerla.
ResponderEliminarun saludo
Hola!
EliminarNo es una gran trilogía, pero tiene elementos que la hacen interesante. Aunque claro, si no la tienes muy alta en tu lista de prioridades, normal que lo dejes pasar jaja
Pero cuando hayas leído otras prioridades, puedes echarle un ojo a esta trilogía :D
Saludos!