Conocí a Triskel Ediciones en la feria del libro de Sevilla; aunque, de hecho, ya conocía algunas del sello como Zaibatsu no se puede decir que hasta ese momento les prestara atención realmente. Conocerlos en persona fue un verdadero placer, pero me quedé con una espinita clavada: pasé por su puesto varias veces pero, debido a que soy un estudiante (Ergo: mas tieso que una mojama) y a que mi presupuesto de libros ya se había agotado hacía tiempo, no pude pillar ninguno de sus títulos; algunos de los cuales me hacían ojitos cariñosos.

Entre ellos me quedé con las ganas especialmente de "El rey tras el cristal oscuro" (Aunque Rebelión me tiró un besito cariñoso y me hizo poses sexis desde la mesa) así que, hará algo más de una semana ya, convencí a Juanma de que pidiera copia para una reseña y... ¡Aceptaron! Ataqué el libro con muchas ganas, y aquí va el resultado.

Un hombre pasea, solo, dentro de la nave espacial Horizon que realiza un viaje de quince años. Un hombre que se aleja de su propia vida, cuyos recuerdos desaparecen poco a poco, sin que otros vengan a ocupar su lugar.

Acompañándolo en la misión, ocho personas criogenizadas en cápsulas, ocho expertos en distintos campos científicos, ocho imágenes con las que no puede interactuar, solo observar e imaginar.

Dos descubrimientos cruciales para la Humanidad rodean aquel viaje: uno sirve de partida, otro supone la meta. Un mundo que necesita respuestas, una misión eterna. Pero en la vida rutinaria del tripulante de la Horizon, una época de cambios se avecina, inexorablemente. El Protocolo de Decisión Inevitable.

Como podéis observar por la Sinopsis El Rey tras el cristal oscuro tiene pinta de ser una novela trepidante, de decisiones a vida o muerte en un entorno espacial... pero más bien no. Es cierto que estamos ante una novela de ciencia ficción, y todos sabemos lo que eso implica (Cosas que vuelan y lanzan rayos láseres, robots y extraterrestres), pero en este caso no encontramos ante una nueva forma de hacer ciencia ficción; una más madura. Así que olvidaros de las peléas intergalácticas y de Alien, porque no estamos ante un libro de esos.

El rey tras el cristal oscuro empieza de una forma lenta y ligeramente farragosa, metiéndonos en la piel de un hombre que casi se ha vuelto loco por la soledad; metiéndonos en la piel de "El Centinela".

"El Centinela"(Jamás conoceremos su nombre) es el encargado de una misión primordial: mantener con vida a ocho expertos que servirán de embajadores cuando la nave espacial en la que viajan llegue hasta el primer planeta habitado por seres inteligentes que el ser humano haya encontrado. Los expertos duermen, criogenizados, y así permanecerán durante los quince años que tarde la Horizon en llegar a Oaks, su destino... pero "El Centinela" permanece despierto, alerta, con la única compañía del espacio y de la consola de la nave: NOVA.

Quince años de soledad...

La novela transcurre en los trescientos metros cuadrados (Si no recuerdo mal) de la Horizon. Un lugar solitario, opresivo y metálico que, no obstante, es el mundo de "El Centinela". Aún así nuestro protagonista posee un mundo mucho más amplio, mucho más rico, dentro de si mismo.

Y es así, a través de recuerdos, de vídeos de sus seres queridos, de notas de prensa, de incisos... que poco a poco vamos comprendiendo qué es lo que ha pasado exactamente. Por qué se encuentra aquel hombre encerrado en ese viaje, qué deja atrás y, sobre todo, qué piensa encontrar más adelante.

¿El rey tras el cristal oscuro es una novela intimista o de ciencia ficción? Es un poco de ambas. Es una novela en la que se nos presenta a un hombre que se enfrenta, sin esperanza ni compañía, a la muerte y a la locura; pero también es una novela que nos intenta hacer pensar y que trata que respondamos a preguntas tan complejas como ¿Qué nos hace realmente humano? o ¿Qué nos forma como personas?

No obstante, por mucho que me haya gustado este pequeño giro al género, tengo también que hacer una observación que le ha bajado bastante la nota: tarda mucho mucho en arrancar. Entiendo que es una novela intimista, y estas tienen un tempo más lento, pero a las primeras 40 páginas les falta mucha chicha. El autor lo suple muy bien con un clímax y una recta final que no te deja respiro... pero para mi esa parte es un fallo.

Finalmente he de romper una lanza en favor del final. Pocos libros me han dejado pensando tanto rato.

Para aquellos a los que les guste leer con tranquilidad y pensar. Importante: se disfruta mucho a partir de los tres primeros capítulos. Posiblemente antes de eso se os haga pesado. La recta final del libro se pasa pegado al ebook sin saber qué pensar.