¿Hasta qué punto un niño puede tener miedo de sus propias pesadillas? ¿Cuánto tiempo sería capaz de aguantar sin dormir? ¿Quién cuida de los más pequeños mientras están con sus más terribles miedos?

Rush Smith es un apasionado de las historias. Siempre conectado, ha conseguido que las suyas hayan llegado a cientos de miles de personas a través de su canal de Youtube.

Cuando era pequeño, tenía miedo a los monstruos. En este libro escribe sobre ellos.

(Consejo: leer esta reseña con esta canción de fondo)

Creo que es bien sabido que no soy muy dado a comprar, o leer, libros publicados por youtubers porque, bueno, la moda es sacar libros y libros pero dejando a un lado la calidad, o que ni siquiera están escritos por ellos mismos. Pero con Rush, ocurre algo distinto, porque él siempre ha tenido un "rollo" diferente, más artístico, más cercano, más involucrado tanto con el público joven como aquellos más pequeños. 

Además, el libro que ha publicado sin duda llama la atención: una colección de relatos tenebrosos con ilustraciones de lo más tétricas que tratan de disfrazarse de historias algo infantiles; pero todos sabemos que los MiddeGrade siempre esconden elementos más adultos, y EL NIÑO QUE SE OLVIDÓ DE DORMIR no es una excepción.

En esta antología encontraremos situaciones y personajes de lo más variopintos, dispares y rodeados de un halo oscuro, misterioso y atrayente. Avanzaremos por relatos que no mantienen una unión clara entre ellos pero que, una vez lleguemos a la historia de nombre homónimo a la novela, seguro que el lector comenzará a encajar el rompecabezas en su mente, hasta llegar a los dos capítulos finales, que sin duda resultarán toda una sorpresa y un más que acertado broche final para esta colección de relatos irreales, repletos de imaginación y tan estupendamente ilustrados por Adolfo Serra, quien termina de perfilar este libro con sus dibujos de aspecto tan siniestros.

Tras el aire ligeramente infantil que puedan tener los relatos aquí recogidos se encuentra una fuerte carga psicológica que trata diferentes temas personales que pueden sufrir las personas, como son los traumas infantiles, diversas fobias, o el simple y puro miedo. 

A través del sufrimiento y el miedo se enseña, tanto a lectores pequeños y grandes, diversos valores que son importantes aprender.

La única pega que tengo de esta colección, es que precisamente el relato llamado El niño que se olvidó de dormir fue el que menos me gustó de todos, siendo mi favorito el de La Vieja, entre otros. 

Mutilaciones, una cocina de lo más inusual, una jirafa que come personas, payasos, brujas que se esconden en el baño y muchas otras situaciones y criaturas tenebrosas os esperan a los valientes en el Hotel Nevermore. Entrar es fácil. Salir, no tanto.

Con una narración simple pero eficazmente macabra, EL NIÑO QUE SE OLVIDÓ DE DORMIR es toda una siniestra aventura. Una colección de siniestras pesadillas acompañada de ilustraciones muy tétricas que forman, en conjunto, un libro indispensable en tus estanterías.