La premisa de la historia gira en torno a la herencia de A tras el suicidio de un primo segundo suyo. Llegará a la casa heredada, Axton House, acompañado de Niamh, una joven muda con una gran personalidad. Juntos descubrirán el curioso encanto de la casa: ruidos misterioso, problemas con la luz, extrañas sombras en diferentes habitaciones y pasillos, y una mala reputación entre los habitantes de la ciudad. A y Niamh pronto descubrirán que Ambrose ocultaba muchos secretos, incluída una sociedad secreta de la que formaba parte y que nadie ajeno parece conocer detalles sobre ella. La historia sigue a Niamh y A en su búsqueda de respuestas en la misteriosa Axton House, respuestas para algo, cuanto menos, ordinario.

A lo largo de la novela estaremos rodeados de una cierta sensación de misterio e intriga, debido en parte al hecho de que todos y cada uno de los personajes que aparecen en la historia tienen una personalidad y apariencia que pertenecen a una época pasada. Quizás la única que se salva es Niamh, con su fascinación por la tecnología y su aspecto punky. Incluso A se comporta a veces como si se hubiera confundido de siglo, soltando alguna que otra vez alguna referencia moderna que, simplemente, no le pega.
Asimismo, la sociedad secreta parece sacada de una novela británica, con sus nombres en clave, jerarquía en dicha sociedad, y su exclusividad. Axton House está aislada prácticamente de la sociedad, como toda mansión encantada que se precie, por lo que rara vez nuestros protagonistas interactuarán con personajes. No más de la cuenta, al menos. Al no haber sido nunca renovada, parece más una antigüedad que otra cosa.
Todos estos elementos dotan a la novela de una atmósfera no inquietante o espeluznante, sino más como si se tratara del fruto de la imaginación del lector más que del autor. Teniendo en cuenta que parece ser que los sueños son algo clave en la historia, es de entender que el libro dé ese halo de ensoñación del lector, haciéndose rara en algunas ocasiones.

Viendo cuántas cosas positivas escribo sobre la novela, pensaréis que le he dado una nota alta; el caso es que no. He tenido la sensación constante mientras leía de que este libro no estaba hecho para mí. Quería que me gustara. Su portada y sinopsis llaman mucho la atención, pero quizás yo buscaba más una historia gótica de terror más que una búsqueda del tesoro, que es en lo que se convierte la novela casi desde el principio.
Y creo que la culpa la tiene, más que el libro, el formato en el que está contado. A través de cartas (supermega detalladas y extensas, cosa que en una carta no ocurre), grabaciones de audio, grabaciones de cámaras de seguridad (que parecen estar en todas partes y parece esto la serie Person of Interest), bitácoras de sueños que no tenen sentido alguno salvo algún que otro detalle muy al final del libro, mensajes cifrados, historias, extractos de otros libros, y el bloc de notas que usa Niamh para comunicarse con A (¿por qué nunca sabemos el nombre del prota? Ni que fuera ésto Pequeñas Mentirosas).
Se salta tan rápido de un formato a otro que acabo mareado y sin sentirme atraído al hilo de la historia, pues más que una sola historia hilvanada, parecen fragmentos de varias. ¿Y la historia de fantasmas? ¿Dónde están esos fantasmas? Lo máximo que se ve es una sombra y una sábana que se mueve, y poco más. Prometía historia paranormal, pero acabó siendo más una novela de misterio al estilo Indiana Jones casi. ¿No se llama "El Factor Sobrenatural"? Casi es "El Código Da Vinci".

En definitiva, es una novela con muy buena pinta a nivel estético pero que al adentrarte en su trama, te das cuenta que no se corresponde con lo que te vendían. Para los amantes del misterio, estupendo, pero no era lo que yo andaba buscando.