Connor y Lev actúan a favor de la destrucción del Cementerio, el último refugio seguro. Pero por primera vez, no actúan porque sí, sino en busca de respuestas, las cuales tienen la forma de una mujer de la Ciudadanía Proactiva que ha intentado borrarse de la historia. Si logran encontrarla, podrían dar con la manera de acabar con la desconexión de una vez por todas. 

Cam, el chico reconectado, está tramando la forma de echar abajo la organización que le creó. Porque sabe que si puede hacer que la Ciudadanía Proactiva coma de su mano, eso demostrará a Risa sus sentimientos hacia ella. Y sin Risa, Cam está teniendo problemas para recordar cómo se siente ser humano.

Con los piratas de partes persiguiendo a los protagonistas, los caminos de Connor, Lev, Cam y Risa se encontrarán, y lo cambiará todo.

En la mayoría de trilogías, siempre está la secuela que no da la talla y deja todo lo mejor para el tercer libro. Pues eso también ocurre con las tetralogías, e Inconexión es el ejemplo.

Inconexión no queda realmente al mismo nivel que nos aportaron los dos primeros libros, y definitivamente no es la continuación más interesante de la saga Desconexión. Sin embargo, no es necesariamente algo negativo, pues nos brinda la oportunidad de ver la evolución de los personajes y la construcción de la trama, dejándonos ante las puertas de lo que promete ser un desenlace bastante movidito. 

La narración sigue siendo sólida, con el uso de la tercera persona en presente, suficientemente fluida para que no se note demasiado la diferencia al saltar de un personaje a otro. Lo malo del cambio de perspectiva entre tanto personaje, hace que te gusten más unos capítulos solo por estar contados desde cierta perspectiva, y otros te parezcan aburridos o simplemente no te gusten. Y sin duda, los capítulos que menos me gustaron, fueron los de Starkey. Aunque su trama era interesante, con su intento de crear un pequeño "ejército" formado por chicos de la Cigüeña, no tiene ni punto de comparación a las tramas de los demás personajes.

Connor ha crecido mucho en este libro; ya no es el niño que se enfadaba por todo, y ahora es capaz de pensar mejor las cosas y actuar en consecuencia, incluso cuando el peligro en el que se encuentra es mayor. Risa, por su parte, sigue prácticamente igual que siempre. Lista y fuerte, pero aburrida. Comienza muy bien, peleando con piratas de partes, etc, pero poco más luego. Apenas aparece en este libro, lo cual es una pena, porque me gustaría que hubiera tenido un poco más de desarrollo. Lev ha sido, creo, el que más me ha decepcionado, quizás. Ahora que se está volviendo demasiado importante, está convirtiéndose en una persona arrogante, nada que ver con el chico valiente que vimos en los primeros dos libros, y me da la sensación que en el cuarto libro no tendrá tanto protagonismo o importancia como hasta ahora.

Por último, mientras que Cam me parecía uno de los mejores personajes que había encontrado en el libro por su originalidad y todo el jugo que podía sacársele, ya ha dejado de resultar interesante. Sí me pareció interesante su plan de desmantelar a la Ciudadanía Proactiva, pero cuando se ve que lo conseguiría, lo deja todo para buscar a Risa...y meh.