Tras viajar por el mundo de cuentos de hadas de La Tierra de las Historias, Alex y Conner se han estado preguntando si tendrían la oportunidad de volver a visitarla. Tratan por todos los medios de encontrar una entrada que les muestre el camino, más aún cuando descubren que su madre ha desaparecido, pero su abuela les prohíbe volver a ese mundo porque éste se encuentra en serio peligro y sería demasiado peligroso para ellos. La Hechicera, quien se pensaba que estaba muerta durante cientos de años, ha vuelto con más poder que nunca, por lo que parece imposible derrotarla. Incluso aunque la misión sea difícil, Conner y Alex están preparados para salvar La Tierra de las Historias una vez más.

Lo primero que salta a la vista es que el estilo narrativo del autor ha mejorado desde el primer libro, dando como resultado un mejor arco argumental, y además ha aprendido del error de crear toda una trama imposiblemente difícil y peligrosa para los protagonistas y que luego se resolviera con un simple golpe de suerte. 

Los mellizos, en esta ocasión, parecen algo más maduros y tendrán que hacer más cosas a lo largo de la novela, bien ayudándose entre ellos o con la ayuda de nuevos personajes que encontraremos, varios de ellos con pequeños giros en su historia muy interesantes, como el de Rumplestiltskin, por ejemplo, y otros con mayor profundidad y desarrollo, como el de la abuela quien, a pesar de ser quien es (no diré nada porque eso lo descubrís en el primer libro), tiene sus defectos, los cuales son comprensibles, aceptables y muestran su lado más humano.

Esto, y el tema mencionado antes sobre la escritura de Chris Colfer, hacen que la experiencia de leer esta saga mejore un poco en comparación con la del primer libro. 

Por otra parte, tras terminar de leer la historia, se te queda la sensación (al menos a mí) de que buena parte de ésta sobraba un poco y podría haberse ahorrado o desarrollado de otra forma. Había algunas partes que parecían forzadas; vale que sea una historia de fantasía, pero al menos intenta que sea lo más realista posible. Tanto los mellizos como las princesas son "demasiado amables y perfectos", y espero que en las continuaciones, esto cambie y se muestren diferentes facetas.