Wendy es una chica de dieciséis años que vive en Londres en una familia donde tiene que adoptar el papel de buena hermana mayor e hija perfecta, amante de la lectura y de la escritura, donde plasma todo lo que se pasa por su mente o por su vida en un cuaderno.
Peter, por su parte, es...bueno, es clavado a Peter Pan, pero una versión humana (gamberro, encantador, con un pasado oscuro, sobrecargado de seguridad en sí mismo. Y guapo, claro).

«Quiere muchísimo a Wendy», pensó, indignándose con ella al ver que no comprendía por qué no podía volver a tener a Wendy. El motivo era de lo más simple: «Yo también la quiero. Y no podemos tenerla los dos, señora». Peter Pan y Wendy, de J. M. Barrie 

La historia comienza cuando, literalmente en la primera página del libro, Peter se cruce con Wendy y, sin conocerla de nada, cae rendido a sus pies y se obsesionará por conocer más de ella acosándola en el trabajo (dependiente en una librería) y usando frases muy cursis para ligar; cuando, en cierto momento al inicio, Wendy pierda el cuaderno donde apunta todo y Peter lo encuentre y lo lea todo, encontraremos cosas tan empalagosas como ésta:
(¿véis la incongruencia? Acaba de conocerle, le parece un imbécil, y dicho por ella justo antes (porque Peter cae mal de entrada) ¡pero escribe todo esto!)

Y es que la historia, por muy bonita que quieran ponerla, se hace muy tediosa y pesado el hecho de que, por cada sustantivo o expresión, encontramos al menos tres o cuatro adjetivos para describir una sola cosa; entiendo que Wendy sea muy culta y amante de los libros, ¿pero la gente habla así normalmente? Para mi gusto, toda la novela tiene un tono excesivamente "poético".

Los demás personajes secundarios que aparecen en la historia, me resultaron mucho más reales que Wendy y Peter, y si todo no hubiera girado a ese romance metido porque sí, la historia hubiera sido mucho más compleja y completa.
He leído por otros blogs que el final es inesperado y sorprendente y demás adjetivos positivos pero, sinceramente, no he llegado al final, porque antes de llegar a la mitad ya había perdido el interés por el libro, y no logré sobrevivir al último trozo (y lo siento si a alguien le molesta que haga una reseña de una lectura incompleta).

Como me suele pasar con este tipo de libros, no porque sea una reseña negativa voy a prohibiros leer esta novela, al contrario: leedlo. Dadle una oportunidad. La prosa de las autoras es muy cuidada y se nota el cariño que han puesto en crear esta historia. Simplemente a mí no me ha convencido para nada. Y mira que he querido que me gustara, de verdad.
Quizás si hubiera sido una historia más cercana a Peter Pan (con su polvo de hadas, su magia...) y menos una versión con clichés literarios como es el personaje de Peter, hubiera funcionado mejor para mí. Pero, lo dicho, que no haya funcionado conmigo no significa que contigo no vaya a hacerlo.