Lo bueno que tiene Rick Riordan a la hora de escribir sus novelas, es que no pierde el tiempo: la acción comienza bastante temprano, incluso en el inicio de la saga. Ayuda un poco el hecho de que sus historias ocurran en el mundo actual, y que por lo tanto no necesite explayarse con la presentación y desarrollo del mundo y escenarios. Incluso cuando se trata de descripciones sobre lugares y personajes, pero lo hace de una forma tan humorística e interesante, que hasta se agradece la rapidez. Sobretodo si el narrador es un personaje tan sarcásticamente divertido como es Magnus Chase, quien se parece mucho a Percy Jackson en cuanto a personalidad, solo que mejorado.

En LA ESPADA DEL TIEMPO, conoceremos a nuestro héroe, Magnus Chase, quien es el primo de Annabeth Chase (una de las protagonistas en Percy Jackson (Reseña Aquí) y la segunda saga, Los Héroes del Olimpo (Reseña Aquí)), y que lleva sobreviviendo en las calles de Boston desde hace dos años. 

Annabeth y su padre están buscandole, pues lleva desaparecido todo ese tiempo. Mientras trata de darles esquinazo, pues no le apetece ser encontrado, acaba entrando en la casa de su tío Randolph. Obviamente, éste le acaba encontrando, pero nada más hacerlo, todo se vuelve patas arriba. 

Es el día de su décimosexto cumpleaños (que da la casualidad que es el 13 de enero, el mismo día que yo leía el libro, jajaja) y, como semidios nórdico que es, según palabras de su tío, es su responsabilidad encontrar la Espada del Verano que su padre, el dios Frey, perdió en el pasado. Encontrar la espada significaría equilibrar la balanza a su favor y evitar que se desate el Ragnarok, la gran guerra de los nueve reinos. Pero un pequeño inconveniente se cruzará en el camino de Magnus Chase: es asesinado.

La muerte, sin embargo, no es el final en el camino de nuestro héroe, como pronto descubrirá cuando despierte en el Valhalla, el Más Allá de los héroes caídos en combate.

Conoceremos a Samirah Al-Abbas, hija de Loki y Valkiria que vigilaba a Magnus durante la batalla que acabó con su vida, y gracias a la cual acabó en el Valhalla. También, a los dos amigos vagabundos de Magnus con quien convivió durante dos años, quienes resultan ser Blitzen, un enano, y Hearthstone, un elfo hechicero.
LA ESPADA DEL TIEMPO empieza cargada de adrenalina con unos primeros capítulos excitantes y cargados del ácido humor de Magnus, pero eso no es nada comparado con las aventuras que le surgen a nuestro protagonista y sus amigos una vez logra salir del Valhalla (no estoy haciendo spoiler, tranquilos). Como todos los personajes de Riordan, Magnus tendrá un imán infalible para meterse en problemas con dioses peligrosos y otras criaturas igualmente mortales y engañosas.