Título: Fugaces
Autor: Irene V. Ramírez
Editorial: En Huida
Páginas: 149
Precio: 15 €
Colección la Puerta K:
1. Fundido a rojo (José Daniel García)
2. Fugaces
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La tranquilidad y monotonía en la vida de Daniela desaparecen por completo una noche de invierno en un bar desconocido. A raíz de esa noche, la chica se ve inmersa en un nuevo mundo donde la pasión, la lujuria y el desenfreno son protagonistas.
El destino le hará conocer a Hugo, un empresario con talante serio y picardía, y a Álex, un chico dulce y trabajador. Su mente y corazón deberán ponerse de acuerdo, una ardua tarea que la llevará a tomar decisiones acertadas y erróneas y a vivir momentos de confusión, éxtasis y locura hasta su decisión final.
El destino le hará conocer a Hugo, un empresario con talante serio y picardía, y a Álex, un chico dulce y trabajador. Su mente y corazón deberán ponerse de acuerdo, una ardua tarea que la llevará a tomar decisiones acertadas y erróneas y a vivir momentos de confusión, éxtasis y locura hasta su decisión final.
Narrada en primera persona, la historia comienza con Daniela tomando un Gin tonic de manera distraída en un bar. Se encuentra sola, por lo que su atención se centra en lo que ocurre a su alrededor. Por un lado un guapo camarero que atiende su negocio, por otro un chico misterioso que se acerca a la barra y es acorralado por las bellezas del lugar. Debido a su ensimismamiento, no se da cuenta de que el enigmático desconocido se aproxima a ella. Y ese es el momento en el que comienzan todos sus problemas.
Nuestro anónimo coprotagonista se llama Hugo, y se le podría clasificar como el típico ligón; ese hombre seguro de sí mismo, consciente de su atractivo y que hace gala de unas respuestas rápidas y algo ácidas que logran captar la atención de su objetivo.
<< -¿Escuchas música cuando tienes sexo?
- A veces.
- ¿A veces escuchas música o a veces tienes sexo?
Definitivamente aquel tío me confundía. Era una situación tan extraña que ni siquiera era consciente de lo ridículo de la conversación. >>
Daniela, confiada y algo halagada por la atención que recibe por parte de Hugo, decide pasar la noche con él, pero a la mañana siguiente él ha desaparecido.
Continuando con su rutina, ella va a trabajar pero una vez allí se acentúa su mala suerte. Su empresa decide hacer recortes, por lo que es necesario llevar a cabo despidos, y desgraciadamente Daniela es una de las personas que deben abandonar la empresa.
En este momento entra en escena su mejor amiga, Judith, la cual trabaja con ella en la misma empresa y, consciente de la situación precaria en la que se encuentra su amiga, decide pedirle un favor a su hermano para que la contrate en el bar que él regenta. Así es como Daniela comienza a trabajar en el bar en el que estuvo la noche de su encuentro con Hugo, y el guapo camarero, Álex, además de ser el hermano de su mejor amiga pasa a ser también su jefe.
Pasadas un par de semanas se produce el primer encuentro, no tan casual, entre Hugo y Daniela. Ella está limpiando la barra cuando él se le aproxima junto con sus aires de superioridad e imponiendo tener relaciones con ella. Si bien es cierto que ella al principio se niega, finalmente acaba cediendo, definiéndose así el vínculo entre ellos a partir de ese instante; una relación en la que él dispone y ella cumple.
Durante la narración se suceden una serie de encuentros sexuales entre Daniela y Hugo, a la vez que se produce un acercamiento entre ella y Álex. Debido a estos desencuentros en el triángulo amoroso, la situación laboral de Daniela vuelve a cambiar.
Su antigua empresa sufre un cambio en la dirección, y ella vuelve a ser contratada, con la sorpresa de que su nuevo puesto como secretaria cuenta con otra persona al frente. En efecto, hablamos de Hugo.
Se esbozan los detalles de sus personalidades; Hugo como figura dominante y posesiva, que no permite que los acontecimientos se desarrollen si no es bajo sus condiciones.
Por otro lado Álex, que se posiciona como amigo comprensivo, “salvador” de nuestra protagonista y candidato a ser el amor de su vida.
Y por último Daniela, que a pesar de ser una chica inteligente, no logra comprender los sentimientos que la dominan cuando está con Hugo, ni los impulsos que siente con Álex.
<< Se había despojado de su lado retraído y ahora solo buscaba despojarme a mí de todas y cada una de las prendas de ropa que cubrían mi cuerpo ardiente.>>
Una trama que llevará a Daniela a vivir momentos que bien podrían estar sacados de una película, porque lo que sí es cierto es que a esta chica ¡le ocurre de todo! Y un final marcado por la decisión que se ve forzada a tomar.
¿Ganará la contienda la paciencia de Álex o la determinación de Hugo?
Admito que Fugaces llegó a mí totalmente por casualidad. Leí su sinopsis en la página web de la editorial y llamó mi atención, por lo que al empezar a leer puedo decir que estaba completamente libre de prejuicios.
Y puedo decir tranquilamente que la sorpresa ha sido grata.
El ritmo de la novela permite seguir la historia con bastante detalle pero sin llegar a aburrir, hay una serie de matices que no quedan claros durante la lectura pero que no necesitas conocer para seguir la trama, y esto desde mi punto de vista es una ventaja, pues te permite situar la narración en un contexto de tu elección.
La necesidad que te crea el querer conocer el resultado de la decisión de Daniela, hizo que en un día ya le hubiese dado una primera vuelta al libro, aunque a veces pensara que era demasiada casualidad que todo le ocurriese a ella.
En cuanto a la parte descriptiva de los encuentros sexuales que se suceden durante el texto, tuve un miedo inicial, inevitable si pensamos en la cantidad de novelas eróticas que han surgido en los últimos tiempos y que han dejado mucho que desear. Afortunadamente, Irene Ramírez no es E. L. James.
No encontraréis entre sus descripciones escenas idílicas en helicópteros inasequibles. Menos mal. Más bien hallaréis situaciones con las que cualquiera de nosotros nos podríamos identificar. Otro punto a su favor.
<< No, Álex, no eres tú el que tiene que pedir perdón, soy una zorra y me merezco que me hayas dicho esas cosas- contesté sollozando.>>
Sin embargo, he echado en falta otro tono al hablar de las decisiones que toma la protagonista. Ella elige libremente mantener relaciones con dos personas y pide consejo a su íntima amiga.
Siendo la autora una chica joven, y estando bien enfocada la temática del libro, no esperaba encontrar esos resquicios que nos devuelven al pensamiento retrógrado caracterizado por la idea de que una mujer que mantiene relaciones con varios hombres a la vez es una zorra, y el hombre que hace lo mismo es un triunfador. Debo oponerme a que se sigan desprendiendo estos estereotipos.
Una lástima haber percibido esto en este libro.
Finalmente, destacar la caracterización de los personajes, que cada uno de ellos tenga una personalidad bien definida te facilita el sentirte identificada con uno u otro. Tengo que confesar que yo siempre estoy de parte del antagonista, por lo que Hugo me ha cautivado, quizás por ello me hubiese gustado que el libro fuese más largo.
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